Lo que peor llevo

   Está claro que esto de la oposición no es un camino de rosas y aunque me empeño por mostrar aquí el lado positivo de todo esto, no peséis que vivo en un "mundo de yupi" en el que todo es maravilloso. Lo que ocurre es que me esfuerzo (y mucho a veces) por ver las cosas desde el mejor ángulo posible, centrándome en lo que me da satisfacción e intentando "no rayarme demasiado" con lo que viene a ser una verdadera mierda jajaja Dejando de lado otras cosas, hoy quería contaros sobre algo que realmente me frustra, que me quema muchísimo y, la verdad, veo difícil de cambiar: las expectativas ajenas.

   Desde el minuto 1 en el que empecé con la oposición la gente me decía: "bah, tú eso te lo sacas en nada de tiempo..." (¿hola?). Cuando me presenté el año pasado por primera vez, idem de lo mismo: "Que sí, que sí, ¡que te las sacas!". Pero Señor, ¡¿cómo co***** me las voy a sacar?! Desde el principio no me he cansado de repetir (en realidad sí, me he cansado y muchas veces jajaja) que esta oposición tiene una media de casi 5 años para sacarla, que son 320 temas, que, además de un test, hay que pasar dos orales en el Tribunal Supremo, que hay que esta una hora "cantando" de memoria sin meter la pata ni una vez, que son 5 temas a cantar de distintos bloques en cada ejercicio oral... Aunque no he parado de repetir toda esta monserga una y otra vez, da igual, piensan que el que me las saque es algo inminente.

   Sé que no lo hacen con mala intención ni nada, que significa que confían en mí y en realidad eso ayuda en parte (todo el tema de la sugestión...), pero por otro lado, joder, es muchísima presión. Ya no es sólo bregar con todo lo que la oposición supone, con todo de lo que te priva y con todo lo que te da (no siempre bueno), sino que además tienes que cargar con las expectativas ajenas y después ver en los demás la desilusión de no haberlo conseguido. Y no nos engañemos, van a ser unos añitos más viendo ese chasco reflejado en sus caras, un chasco creciente incluso.

   Tengo que reconocer, eso sí, que mi circulo más cercano, esa famosa "guardia pretoriana", no ve así la cosa. Ellos son conscientes de que realmente no es posible aun, que esto es tremendamente difícil. No sabéis lo que lo agradezco. Me comprenden, ¿qué más se puede pedir? =) Pero saliendo de ese oasis de 4-5 personas, el resto me resulta a veces un desierto de incomprensión.

   Incluso amigos míos muy cercanos, quizás porque confían ciegamente en mí (lo cual también les agradezco en realidad), me vienen diciendo "¿Y si tienes suerte?". Una matización aquí: creo que en las oposiciones en general, y muy en especial en las que hay una exposición oral para alcanzar la meta, la suerte se define en dos aspectos:

• Mala suerte: es muy probable que te pueda surgir y que te fastidie la convocatoria completamente. Puede que te caigan malos temas, puede que te coja un día en el que tu cuerpo no puede con su alma, puede que te tropieces, te abras una brecha y para casa... pueden pasar mil cosas, imprevisibles, y que supondrían echar por alto un gran año, TÚ año.
• Buena suerte: NO EXISTE. Se siente señores. "¡¿Y si te caen los temas que te sabes?!" Si me dieran una patada en donde dijimos me sentaría mejor que cuando me saltan con esto. Aunque les haya explicado mil veces que los temas son por bloques, que en una gran mayoría de temas tienes que seguir la literalidad (principalmente constitucional y penal), que tienes que cumplir los tiempos, sin saltarte nada relevante, ¡que son 320!... nada, nada.

   En fin, parece que no lo entienden o no lo quieren entender. Supongo que intentan insuflar ánimo. Nada más lejos de la realidad. A estas alturas quizás os parezco una ingrata que, encima de que vienen a apoyarme y a creer en mí, yo me lo tomo a mal (aunque no lo muestro, por supuesto). "Autopsicoanalizándome", me imagino que está relacionado con que siempre me ha importando la opinión de las personas de mi alrededor, especialmente si son personas a las que quiero. Y me rompe el alma defraudarlas, año tras año.

Un abrazo compañer@s.