Souvenir inmejorable

   Sin comerlo ni beberlo me ha caído a las manos un regalito. Eso es siempre un lujo, pero si además aciertan plenamente... ¡! Porque no siempre es fácil, más aún si os digo que era un souvenir (yo soy malísima para esas cosas por ejemplo). Mirad qué me han traído (sobra decir su país de procedencia):

   ¡Genial! En casa sólo tenía algunas tiras sueltas y ahora dispongo de más tres dedos de grosor de la genialidad de nuestra querida Mafalda. Soy feliz.

   Cuando me dieron el paquete aún envuelto, y mientras reiteraba 30 veces que para qué me habían traído nada, que no tenían que haberse molestado (puedo ser muy pesada), imaginé que se trataba de algún libro corriente, una novela o algo así. ¡En absoluto! Cuando lo abrí casi me atraganto de la emoción. Me deshacía en besos y abrazos, se desparramaron por doquier. "Sabía que te iba a encantar", me dijeron con una sonrisa de oreja a oreja. Poco tiempo me faltó para mandarle foto a mi RCB y contagiarle el entusiasmo.

   Si a partir de 2015 no paso tanto por aquí, ya sabéis a qué se debe =P

Un abrazo compañerxs.