Ya ves, no hace ni tres meses que empezamos el 2015, sin embargo, me atrevo a afirmar que he dado con el descubrimiento del año. Mutatis mutandi, me siento como el protagonista del art. 614 CC, hasta se me queda corto lo del tesoro oculto, fíjate.
Quizás sabéis que en el día a día me encierro en el opozulo y ya se pare el mundo, yo ni me entero. Cierto y verdad que conocía la existencia de homos opositoris que frecuentaban bibliotecas y salas de estudio, pero cuestiones prácticas* unidas a mi vena ermitaña (potenciada por mis calentitos-gustosos harapos opositoriles y mis siempre presentes infusiones) hacían que ni me plantease salir de lo que se había convertido en mi hábitat. *Aclaro que esas cuestiones prácticas pasan principalmente por el factor calidad-cercanía de bibliotecas; no penséis en necesidades fisiológicas y en el cariño hacia el excusado hogareño (...porque llevarías también razón; una, que es especialita).
Con estas premisas me planteó el otro día una amiga (también opositora por cierto) que probase una sala de estudio que había descubierto. No sólo por las razones anteriores no me motivó la idea sino también porque no me sonaba nada que en esa zona hubiera un sitio para estudiar que mereciera la pena, debía ser una pseodo-biblioteca infantil, que ya me veía yo en las sillitas esas de los críos. No, OV, ¡para nada! Finalmente (tras infructuosos días de estudio), me planté y dije "¡esto del procastinar, se va a acabar!". Mi filosofía fue: por muchos niños que haya dando brincos a mi alrededor, quieras que no, algo más te tiene que cundir (no me vengáis vosotros también con regañinas que bastante la tabarra me da ya mi querido cerebrito).
Como digo, me decidí a probar sin mucho entusiasmo. Llegué a las 9 y poco y cuál fue mi sorpresa al ver que había una preciosa... ¡qué digo preciosa! IDÍLICA sala de estudio SÓLO PARA MÍ. Sí amigxs, estaba vacía, gracias a lo cual pude recorrerla de arriba a abajo, maravillándome con todas sus ventajas. Entre ellas, y para no cansar, sólo mencionaré las grandes cristaleras, las plantas, tardar 5 minutos y 11 segundos en llegar desde casa (soy tan friki que lo he cronometrado), las cómodas sillas, que se estudia perfectamente con luz natural hasta las 6 de la tarde, las grandes y anchas mesas de madera, que todas las mañanas escamondan hasta el último rincón (el baño huele a lejía... ¡eso vale oro, hombre!).
Contras*, tan extasiada estaba con mi sala de estudio nueva que al final no estudié un pimiento jaja (la primera media hora, ¿vale?, dádme un respiro). *Contras: eufemismo.
Para que después no digáis que soy una flipada de la vida (que lo podéis decir alegremente porque es verdad) reconozco que tiene alguna que otra desventajilla. No me gusta incidir en lo negativo, pero como son tres chorradas os las cuento para hacer honor a la verdad:
Quizás sabéis que en el día a día me encierro en el opozulo y ya se pare el mundo, yo ni me entero. Cierto y verdad que conocía la existencia de homos opositoris que frecuentaban bibliotecas y salas de estudio, pero cuestiones prácticas* unidas a mi vena ermitaña (potenciada por mis calentitos-gustosos harapos opositoriles y mis siempre presentes infusiones) hacían que ni me plantease salir de lo que se había convertido en mi hábitat. *Aclaro que esas cuestiones prácticas pasan principalmente por el factor calidad-cercanía de bibliotecas; no penséis en necesidades fisiológicas y en el cariño hacia el excusado hogareño (...porque llevarías también razón; una, que es especialita).
Con estas premisas me planteó el otro día una amiga (también opositora por cierto) que probase una sala de estudio que había descubierto. No sólo por las razones anteriores no me motivó la idea sino también porque no me sonaba nada que en esa zona hubiera un sitio para estudiar que mereciera la pena, debía ser una pseodo-biblioteca infantil, que ya me veía yo en las sillitas esas de los críos. No, OV, ¡para nada! Finalmente (tras infructuosos días de estudio), me planté y dije "¡esto del procastinar, se va a acabar!". Mi filosofía fue: por muchos niños que haya dando brincos a mi alrededor, quieras que no, algo más te tiene que cundir (no me vengáis vosotros también con regañinas que bastante la tabarra me da ya mi querido cerebrito).
Como digo, me decidí a probar sin mucho entusiasmo. Llegué a las 9 y poco y cuál fue mi sorpresa al ver que había una preciosa... ¡qué digo preciosa! IDÍLICA sala de estudio SÓLO PARA MÍ. Sí amigxs, estaba vacía, gracias a lo cual pude recorrerla de arriba a abajo, maravillándome con todas sus ventajas. Entre ellas, y para no cansar, sólo mencionaré las grandes cristaleras, las plantas, tardar 5 minutos y 11 segundos en llegar desde casa (soy tan friki que lo he cronometrado), las cómodas sillas, que se estudia perfectamente con luz natural hasta las 6 de la tarde, las grandes y anchas mesas de madera, que todas las mañanas escamondan hasta el último rincón (el baño huele a lejía... ¡eso vale oro, hombre!).
Contras*, tan extasiada estaba con mi sala de estudio nueva que al final no estudié un pimiento jaja (la primera media hora, ¿vale?, dádme un respiro). *Contras: eufemismo.
Para que después no digáis que soy una flipada de la vida (que lo podéis decir alegremente porque es verdad) reconozco que tiene alguna que otra desventajilla. No me gusta incidir en lo negativo, pero como son tres chorradas os las cuento para hacer honor a la verdad:
- Los horarios, podrían mejorarse.
- Las pandillitas de las tardes. Porque no tienen bastante por la mañana, les gusta pasear la mochila también por las tardes y de paso molestar al personal mientras se hacen ojitos.
- La bibliotecaria la pobre es muy siesa. Ella siempre dice "hola" (educadísima que es la muchacha) pero si fuera sorda juraría que en realidad dice "lárgate hija de la grandísima madre que te crió y que los carperis te lleven para siempre". Estoy buscando una estrategia al respecto: A) hacer igual y ver quién gana a los rayos X; B) sonreír y saludar con tanto entusiasmo que eso sí que va a dar miedo; o C) acercarme sutilmente y decirle que la acompaño en el sentimiento, que las hemorroides son muy puñeteras. Estoy abierta a sugerencias.
Un abrazo compañerxs.
Yo apuesto por B, que después de todo es la que más le puede fastidiar a la par que aprender a socializarse, que hay muchas personas (demasiadas) con esta carencia social.
ResponderEliminarYo también me he planteado ir a una sala de estudios, pero siempre me la imagino llena de adolescentes que podrían ya ser casi mis hijos, riendo y hablando todo el rato y acabo encerrándome en mi querido opozulo, a la espera de que el sol se ponga para dejar de estudiar por ese día.
¡Un beso!
Comparto tus ideas sobre no ir a bibliotecas o salas de estudio, después de ver como era la biblioteca de mi facultad, con chicas paseándose como en la pasarela Cibeles y parejas actuando como si estuvieran solos, decidí no arriesgarme a perder toda una mañana o una tarde probando suerte. Además tengo un gran problema de distracciones y me quedaría mirando a la gente pasar. Pero me alegro que hayas encontrado un buen sitio, debe ser buenísimo si te ha convencido y solo tiene esos tres inconvenientes.
ResponderEliminarEn cuanto a la bibliotecaria, yo optaría por sonreír, eso siempre fastidia.
Un beso y ánimo compañera!
¡Hola OV! Hace sólo un mes que he empezado a opositar a secretaria-intervención, y lo cierto es que uno no se da cuenta de lo mucho que alivia y reconforta leer las "vivencias opositoriles" de otros hasta que le toca. Me ha encantado encontrarte y ya me he leído medio blog del tirón jjjj. Me gusta cómo escribes, tus consejos y poder compartir esta experiencia por aquí contigo. Te deseo la mayor de las suertes en la oposición y, por supuesto, nos seguimos "leyendo" por aquí ;). Ya no me pienso perder un post!. Un beso y ánimo :)
ResponderEliminarYo nunca he sido de bibliotecas, solo para casos de emergencia (tipo las últimas horas antes del exámen estudiaba en la biblio de la facultad para asegurar que no llegaba tarde) y en la oposición considero que una de las ventajas es no tener que vestirte para salir de casa y poder tener todo lo que necesitas a mano. Por suouesto tiene sus contras, pero como en tu caso mi problema es que no hay biblios cerca de casa (ni buenas ni malas) tendría que coger algún medio de transporte y de momento no me lo planteo. Pero si es cierto que durante la opo hay millones de cosas que durante un tiempo son inamovibles en tu cabeza, hasta que todo cambia y te parece lo más lógico. En fn, que nuestras paranoias son un rollo!! Aprovecha al máximo tu nueva oportunidad!!
ResponderEliminarD)Deberías tomar all bran, como el anuncio jajajaja.
ResponderEliminarYo tb iba a bibliotecas a estudiar, pero el aumento de ritmo de temas me hizo no despegarme de mi cuarto. Aunque hay veces que por el ruido de casa (si hay alguna obra cerca de casa) o cuando tengo que imprimir algo, pues me quedo en la biblioteca estudiando tb.
Hola a todxs!!!!
ResponderEliminarJack: Me gusta la B, yo también creo que es la que puede hacer "mejor bien" y si no, al menos le fastidiará jajaja Sobre parecer el progenitor de los chicuelos que rondan las biblios, yo en ese sentido tengo ventaja porque siempre me echan menos edad de la que tengo jaja En concreto, siempre siempre siempre piensan que mi RCB es mayor que yo (a ambos nos encanta =P). Un abrazo y ánimo!
Indecisa Decidida: Sí que es verdad que hay bibliotecas que parecen pasarelas de moda, y da mucha pereza ¿verdad? Yo, al menos, voy a lo práctico: cremita hidratante, trenza, botines y arreando jajaja Gracias por la sugerencia! Jack y tú coincidís! Yo creo que es la mejor también ;) Un abrazo bonita!
Aruyo: Bienvenidx!! No sabes la ilusión que me ha echo tu comentario =D De verdad que conectar con vosotrxs es lo mejor del blog, gracias por tus palabras y por animarte a comentar. Espero que nos sigamos leyendo! Te mando un abrazo llenito de energía positiva y mucho ánimo en la nueva andadura, OV.
Oposito: jajaja sí, nuestras paranoias nos acompañan! Ciertamente no hay nada 100% ideal, todo tiene sus pros y sus contra, intentaré buscar el término medio que mejor se adapte en cada momento =) Espero que vaya todo muy bien guapa, mucho ánimo!!!
Pedro: jajajajaja no había pensado en esa opción! Creo que intentaré la B un tiempo, pero llega el día en que la uso jajaja Desde luego si se queda unx en casa se tiene más tiempo, la cosa es aprovecharlo igual de bien! Muchísimo ánimo y un abrazo!