La opo en el móvil

   Sí, soy tan opofriki que tengo que a mi "compañera de viaje" hasta en el móvil. Es que me da mucha rabia cuando algo se me atraviesa. Y eso es lo que me pasa con lo de efectos "ex tunc" y "ex nunc", que siempre me confundo. Y a grandes males, grandes remedios. Por eso mi móvil luce ahora tal que así: 

   Yo creo que en un par de semanas: ¡problema resuelto! =D

¡Un abrazo compañer@s!

Castañas al micro

   ¡Por fín! Terminé con este maldito tema. Y ya llevo dos horas y media sin parar. Me merezco un descansito. A ver quién anda por casa... Mi renacuajo con barba. Como no, en el ordenador, con su frikijuego online hablando por el micro con sus frikiamigos.

   - “Guarappp?” Cuéntame algo, que estoy en mi “break”.

   - O.V. estoy jugando, no puedo.

   - ¡Jo! ¡Siempre igual! (voz teatrera y salgo cabizbaja).

   Pero a éste sé yo cómo camelármelo jejeje. 

   Dos minutos más tarde llego con un cuenco de castañas calentitas, recién sacadas del microondas. Le chiflan, como a mí. Desde que las descubrimos hace ya unos años nos encanta quemarnos los dedos por pelarlas lo antes posible y comerlas calentitas. Pero, sobre todo, por el tiempo que podemos compartir en ese mágico ratito.

   Así empezamos a pelar las castañas. Mientras tanto, ya me empieza a enseñar canciones nuevas que ha descubierto en Youtube, a contar sus historietas de la Uni, a ponerme los dientes largos con sus planes para el finde (que si discoteca por aquí, que si cena con los amigos por allá) y así acabamos viendo unos Vines y “despollándonos” al hacer el mongolo, que es lo que mejor se nos da.

   Qué haría yo sin mis castañas…

¡Un abrazo compañer@s!

Desgañitarse

   Las desventajas siempre tienen también su parte positiva. En este caso, como no vivo en el centro de la ciudad, cada vez que voy al “prepa” tengo que coger el coche y “perder” 20-25 minutos a la ida y otros tantos a la vuelta. Pero para nada lo vivo como una pérdida de tiempo. De hecho, el balance de pros y contras es claramente positivo:

   Principales contras:

• Se pierde tiempo. A la postre casi una hora del día, lo cual traducido a idioma opositoril es el coste de oportunidad de dos o tres capítulos de serie, cervecilla rápida con los amigos o varios capítulos del último enganche literario. Si multiplicamos por ocho clases al mes y once meses… ¡más de tres días y medio al año!
• Contamina. La verdad es que es una gozada ir en el cercanías calentito, que te lleva y te trae y puedes ir con tus casquitos leyendo. Pero resulta que también te puede costar el doble y tardar el triple porque las conexiones son aun escasas. Del autobús mejor ni hablamos… El consuelo es que mi coche es de esos que contaminan poco o, al menos, “la moto” me la vendieron bien jajaja.
• Puedo tener un accidente y morir y entonces todo el mundo iría a mi entierro y diría “Ay qué ver, con lo buena chiquilla que era” o “con lo buena jueza que iba a ser” =P.

   A favor:

• Me despeja. Después de llevar 1.578 horas estudiando desde la última clase y 23 horas desde la última vez que pude dormir o hacer algo que me gustaba (los días de prepa son para mí los más estresantes y, sí, soy bastante “exagerá”, venía de fábrica) tener que conducir es la excusa perfecta para no tener los temas por delante.
• Interacciono con gente extraña. Sí suena un poco raro y de necesidad de internamiento involuntario del art. 763 LEC... pero siempre es bonito ver cómo alguien te agradece que le cedas paso cuando no le corresponde o cagarte en el ------ del listillo de turno y hacerle una “reverencia”.
• PUEDO ESCUCHAR MÚSICA. Sí, era aquello a lo que antes dedicaba tiempo exclusivo y que ahora se reduce a ir de fondo mientras hago otra cosa. En el coche me puedo dedicar de pleno a disfrutarla. No sólo eso, sino que también puedo:
• CANTAR. Pero de verdad. No de esos cantes que parece que me estoy atragantando (que son los que vienen un ratito más tarde de mi plácido paseo, al llegar con el prepa). ¡Qué bonito es cantar a lo Alicia Keys en “Girl on fire” como si no hubiera un mañana! ¡Y sin miradas reprensivas (salvo la de otros conductores o transeúntes…)! A mí es que me alegra el día. Científicamente tiene que estar demostrado que cantar hace más feliz. Subirá las endorfinas o la serotonina o la “contentinina”, pero algo sube. Si, además, se me da bien el cante con el prepa, a la vuelta ya ni hablamos. Montserrat Caballé se queda en pañales.

¡Un abrazo compañer@s!

Hola ^^

   Nunca he sido capaz de empezar un diario no vaya a ser que alguien me lo leyese, así que no sé muy bien cómo voy a gestionar este blog… pero la verdad es que ya me da todo más igual y, además, creo que mi actual vida opositoril lo requiere. Tener un espacio donde compartir. Otro más al menos, que siempre es algo bonito. Pero sobre todo lo hago por mí, para conocerme mejor y para ir anotando toooodas las razones que tengo para sentirme feliz y afortunada.

   Así que es problable que a los que estáis detrás de la pantalla este blog os parezca un coñazo o penséis que ni os va ni os viene. Pensándolo bien puede que no haya nadie detrás de la pantalla jajaja Pero bueno, al menos me sirve como vía de desahogo y reconforte a mí misma.

   Como se supone que esto es una pseudo-presentación, decir que llevo un añito opositando a judicatura y digo “añito” porque ¡se me ha pasado volando! Como siempre he escuchado que esto era igual a MUERTE, pues la verdad es que estoy muy contenta. Supongo que partir de unas nulas expectativas de vida social y estado anímico tiene su ventaja jeje.

   Aunque llevo un año de oposición he descubierto hace tres días como quien dice el tema de los blogs. Me estoy enganchando tanto que, además de descubrir una ratio de unos tres blogs por día, en alguno que otro me pongo a darle “atrás” más y más veces hasta empezar con la primera entrada jajaja. Ya podéis empezar a ver que soy bastante “opofriki”, como me gusta definirme, aunque en general me considero una orgullosa friki por muchas cosas =) No podía yo ni imaginarme que me fuera a gustar tanto cotillear un blog u otro y ¡menos aún todo lo que iba a aprender con ellos! Pero me encantan especialmente los blogs de opositores porque me hacen sentirme un poco menos perdida. Estudio en casa y no sé de otros opositores (más que con los que me cruzo al ir al prepa), así que no tengo a quién pedir consejo o con quien compartir las minucias del día a día opositoril. Por ejemplo, cuando encuentro alguna cosa particularmente interesante en los temas o aprendo algo nuevo que no sabía, un poner: que un hermano sólo de madre no es “consanguíneo”, voy yo super flipada a compartir mi nuevo “descubrimiento” con mi “guardia pretoriana” (lo he leído por ahí y me encanta jaja) y me miran con cara de “tranquila, algún día pasará todo esto y serás una persona normal”. 

   Así que, básicamente, en este blog intentaré dar rienda suelta a mi frikismo (opositoril o no) y además dejar una lista (adoro las listas) de las pequeñas cosas que hacen grande un día y que la oposición me está enseñando.

¡Un abrazo compañer@s!