En brazos

   Seguramente esto os parecerá una chorrada infantil, pero el fin de semana pasado, por casualidad, me cogieron en brazos y caí en la cuenta de lo a gusto que se está tal que así. (Precisar que "por casualidad" significar insistir como si fuera un bebé, con pucheros incluidos, hasta que se apiadaron de mí y me dieron un paseito en brazos -corto para qué engañarnos y ello a pesar de mis esfuerzos mandriles por no soltar el pescuezo de mi "romántico caballero"-). Y sí que se está a gusto, sí. Además, yo tengo la teoría de que el hecho de que nos lleven en volandas es algo especialmente placentero porque precisamente conecta con nuestra infancia. Quizás dicha conexión no sea directa o consciente, pero nuestras células (aunque estrictamente son otras) evocan dichos momentos en los que la protección venía dada desde fuera, era algo garantizado y de lo que, en todo caso, no te tenías que ocupar tú.

   En relación a lo anterior, si el hecho de que nos cojan en brazos pudiera redireccionar de algún modo las emociones a cuando éramos bebés, el "montarte a caballito" sobre la espalda de alguien a mí me recuerda a cuando era niña. Por eso me encanta, porque recuerdo cuando mi padre me "cogía a cabrito", como siempre lo he llamado. Y ya porque obviamente no puedo (salvo en la playa o piscina, ¡donde sí que me aprovecho! jeje), pero si no también intentaría evocar dicha infancia haciendo que alguien me "cogiera en cucu", es decir, sentada sobre sus hombros y con los pies colgando por delante.

   Básicamente, que hacer el mongolo subiéndote encima de alguien es pasártelo pipa. Es justamente lo que, cuando éramos críos, llamábamos JUGAR. No debe uno descuidar al niño que lleva dentro y, de vez en cuando, debe dejarlo que disfrute jugando de nuevo (mi humilde opinión).

   Por otra parte, también el fin de semana, y eso sí que totalmente por casualidad, tuve a varios bebés en brazos. No sé qué da más placer si coger o que te cojan (ruego no atiendan al significado de coger en Latinoamérica, que seguro que hay alguna "mente sucilla" a la que no se le había escapado...). Tener a un bebé en brazos en simplemente increíble. Para empezar a mí me impone siempre muchísimo respeto: parece que se van a romper, que se te van a caer o que les vas a hacer daño sin querer; pero por otro lado su olorcillo a bebé... la suavidad de su piel... la impresión que da como algo tan pequeño y frágil se mueve sólo ¡como si tuviera vida propia! jajaja En definitiva, es algo maravilloso.

   Dicho esto, y puestos a elegir, me quedo con que me lleven en brazos jajajaja Lo siento, quizás soy egoísta, quizás no me ha salido aún la vena maternal (si es que algún día lo hace, que no tiene por qué -aunque yo creo que sí que acabará apareciendo-), pero mi niña interior reivindica su derecho a disfrutar por encima del instinto maternal. Bastante la maltrato ya con tanto artículo, madrugones y disciplina; de vez en cuando tengo que soltar un poco las riendas.

   Y vosotros, ¿qué preferís? ¡¿No os encanta que os cojan en brazos?!

¡Un abrazo compañer@s!