Soy una obsesa de las tazas tipo mug, pero no me gusta cualquiera, es más, me es difícil encontrar una que reúna todos los requisitos:
- Que no sea pequeña
- Que no sea muy grande (aunque tengo alguna gigantesca)
- Que el asa no sea muy ancha (o al menos sea "plana", yo me entiendo...) y cuanto más finita mejor
- Que el filo no sea gordo (¡esto es lo más importante!)
- Si tienen el interior de algún color, mejor que mejor
- Que sea bonita ^^
Un regalo de Mi Mongolito en mi último cumple. Sabe que con una taza nunca falla, especialmente si viene con chorradillas anexas como el infusor y la tapa.
No es propiamente una taza, pero la traje de bastante lejos y también es de mis preferidas. Aunque ya está desconchada, su cerámica es perfecta para los colacaos fresquitos del verano.
Éstas fueron un regalo y aunque no me gusta mucho la imagen que aparece me encanta lo grande que son y lo plana que es el asa. Son de las que más uso en realidad.
Las trajo mi madre de Barcelona. De hecho me las tenía guardadas para mi futura casita (qué linda mi mami ^^). Efectivamente, no he podido resistirme a usarlas (y por ello una ya la tengo desconchada...).
Esta taza en realidad es de mi madre, que la usa por las mañanas para el café. Yo no suelo usarla, pero si algún día me entra el arrebato del descafeinado, siempre voy a por ella.
Con esta hay que tener cuidado porque te puedes achicharrar las manos. Lo mejor es el infusor con el que viene. Originariamente también traía una delicada y preciosa tapa de cristal, lamentablemente no sobrevivió a mi caos hogareño.
Vale, no es mía, es de mi RenacuajoConBarba; se la regalé yo y él ha tenido la deferencia de permitir mi disfrute, aunque sea en precario. No se vé, pero es inmensa de grande, casi el doble de una taza normal. Ideal para los cereales (y dormirse después una siesta jaja). Ah sí, a ambos nos encantan los Beatles =)
Ya os la presenté, fue un regalo muy especial de Mi Cazuela.
Este tazón lo reservo para cuando tomo muesli (normalmente con leche de avena, ¡de eso también os quiero contar otro día!).
Lo que más me gusta de ésta es el lindo color de fondo y su peculiar forma. Fue otro arrebato, de esos que llego a casa y me dicen: ¡¿OTRA TAZA?! Los traigo fritos jaja.
Mi última adquisición (no puedo contenerme, soy horrorosa). Aquí no se aprecia, pero es una señora taza, hasta el punto de que cuando está llena hay que cogerla con las dos manos. Pero a pesar de lo "grandiosa" que es no tiene el borde muy redondo, es decir, es finito como me gusta ^^
Y para terminar, mi ojito derecho. Fue un flechazo que tuve en Londres y desde entonces ha sido mi predilecta. Cada mañana me ha recordado que hay que seguir y seguir y seguir.... La pobre ha sufrido en más de una ocasión las devastadoras consecuencias del huracanado paso de mi madre. Ya veis, el día de antes de hacer estas fotos ocurrió esto:
Si digo que me dio rabia me quedo bien corta. Me llevaban los demonios... Ya sé que no lo hizo con mala intención ni queriendo ni nada, pero es que le tengo muchísimo cariño y siempre la he tratado con todo el cuidado... En fin las cosas que pasan. Pero me he puesto manos a la obra y ¡la he arreglado! Aunque ahora me da pena volver a usarla, es como si fuera la taza abuelita, que no está para muchos trotes. Quiero preservarla, aunque tenga que renunciar a usarla (¡¿pero qué voy a hacer sin mi querida taza del desayuno?! Seguro que mañana la estoy usando otra vez jaja).
¿Os han gustado? ¿Tenéis otras parecidas?
PorCierto: Esta entrada está enlazada con mi faceta más infuyonki, de la que ya os hablé (desde entonces tenía pendiente esta entrada, qué desastre jaja).
Un abrazo compañerxs.