4 reglas de oro para el 2015

   La última de la fiesta para despedirme del 2014. ¡Por poco si no me cogen las uvas! Nada más que por eso os voy a ahorrar el rollo del balance del año y tal. Bueno por eso y porque precisamente este año no hace falta, que he descubierto que tengo por aquí anotadas muchas cosiñas de este año (87 entradas nada menos).

   De cara al 2015 sólo voy a pedir lo más importante: salud. Primero para los míos y después para mí, que la cosa ha estado escasita y cuando eso falta sobra todo lo demás. En cuanto al resto, para intentar que el año 2015 sea un año redondo, no me voy a encomendar a la providencia divina, ni siquiera a Los Rollings (muy buena idea por cierto jaja), sino que voy a desempolvar unos antiguos principios.

   En concreto, son las reglas de oro que me escribió mi madre en la agenda de hace ya unos años. Después recorté la página y la pegué a una cartulina para evitar que se perdieran en el olvido. Todavía me acompañan; en los momentos malos me sirven de guía y en los buenos de espabile. 

   Aquí van, espero que a vosotros también os sirvan:

1. No te tomes nada personalmente. Este año me propongo poner esto en práctica principalmente respecto al preparador. Que si un día me regaña más de la cuenta o resulta más cortante no me encuentre pensando que "ya no me quiere", él es una persona como otra cualquiera y tendrá sus días... Cualquier cosa puede influir en que un día esté más cansado o tenga menos paciencia; nos pasa a todos. Relativizar y mirar más allá de mi ombligo. Esto también obliga a "desinflar" los cumplidos, que muchas veces son baratos. 

2. Sé impecable en el lenguaje. Lo primero es cuidar el pensamiento, pero también resulta una más ardua tarea. Si educamos el lenguaje, educamos el pensamiento. Véase la interesantísima propuesta de nuestra Carperista sobre las quejas (la intenté pero no llegaba al final del día jaja). Así que me propongo que los pensamientos negativos no lleguen a los labios, que si los ignoro lo bastante yo creo que se aburrirán y se largarán. 

Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino. 

(Mahatma Gandhi)

3. Haz siempre lo máximo que puedas. Leitmotiv donde los haya. Es una regla muy exigente, pero también me da mucha tranquilidad (espiritual al menos jaja). Hay quien me dice que peco de ello, de excesivamente responsable, de ser muy estricta conmigo misma... pero mi conciencia no me permite ser de otra forma. Y esta regla se aplica a cualquier situación,  ya sea a ponerme a estudiar religiosamente de 8 a 9 y de domingos a viernes, como a hacer muñequitos de plastilina con mi sobri. Hay que poner el alma en lo que se está haciendo. Eso de hacer las cosas para salir del paso es lo que menos me perdono a mí misma. 

4. No pasa nada por nada. Este pensamiento, aunque terriblemente duro, reconozco que me ha ayudado en muchas ocasiones. Incluso ante las mayores adversidades, la vida sigue, imbatible. La rutina arrastra a seguir adelante. Ante preguntas como ¿qué pasa si veo que no puedo, que tengo que abandonar la oposición? la respuesta no es más que "NADA, no pasa nada". Por lo tanto, las pequeñas preocupaciones del día a día no debieran desgastar nuestra energía. Esto me recuerda al proverbio chino "Si un problema tiene solución, no hace falta preocuparse. Si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada."

   Me despido de vosotros hasta el año que viene. Espero que esta noche la paséis muy bien rodeados, que os atragantéis con las uvas y os chorree el zumo mientras os descojonáis (que es lo bonito) y que la nueva vueltita al Sol que arbitrariamente empezamos mañana la afrontéis con actitud positiva, alegría y amor. ¡Por un felicísimo 2015!

(Película que estoy terminando de ver y con la que he escrito esta entrada. En mi casa es un clásico navideño porque mi madre dice que es una película muy positiva y fresca que va bien para empezar el año con buen pie. Mi preferida es la escena que os he colgado aquí. La de mi madre creo que es ésta, que siempre le hace llorar. Qué bonita es mi mami ^^).

Un abrazo compañerxs.

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