sábado, 20 de diciembre de 2014

Vete a coger espárragos


  Encantada, oiga. De hecho llevaba ya un tiempo deseando ir y hoy por fin ha sido el día. Amaneció lloviendo y pensaba que otra vez más me iba a tener que quedar con las ganas de ir. Alegría pura cuando, después del desayuno vi que había escampado. ¡Ésta es la mía!, pensé. Moví los hilos y conseguí convencer para ir al, llamémosle por hoy, Experto.


   Como buena novata al principio no daba con un solo espárrago. Tampoco ayudaba el que hubieran arramplado hace poco con todos los que había (dejaron claros vestigios), pero poco a poco fui encontrando alguno que otro. No os imagináis la emoción que inunda el cuerpo con cada hallazgo. Lo anunciaba en voz alta cual niña de San Ildefonso para chinchar al Experto jijiji.



   No penséis que es tarea fácil, ¡eh! La mayoría estaban bien escondidos en mitad de la esparraguera. Como consecuencia tengo las manos hechas un Cristo, ¡y eso que usé guantes! Para que os podáis hacer una idea de cómo es la faena:

(Ésta sí es mi mano =P)
   Me fui "viciando", cada vez daba con más esparraguillos jeje. Además, se me ocurrió tirar por un trozo de monte donde había más bien pocas esparragueras ¡y qué atino! Había pocas pero estaban repletitas. Ahí empecé a ir más calladita para que nadie descubriera mi botín. Fue en vano, el muy zorro del Experto se coscó y me adelantó por donde yo iba. Afortunadamente por aquel entonces yo ya tenía en la mano izquierda un importante alijo de espárragos mucho mayor al suyo.





Qué navideño, ¿verdad?

   Fue en mitad de ese "ansia esparraguera" y estando arriba del empinado monte cuando las nubes decidieron refrescarnos... Llovían gatos y perros, como dicen en inglés (aunque se ha "desmentido", me gusta pensar que es verdad aquello de que realmente caían del tejado cuando llovía mucho jaja). El caso, que venga a correr p'abajo del terraplén con escurridizas rocas. Os podéis hacer una idea de hasta dónde me llegó el barro (rojo precioso por cierto). Las mejillas parecían cataratas de agua, la trenza empapada y el resto del pelo revuelto y pegado a la cara. Fue estando así de guapa, casi sin ver por el chaparrón y bajando a trancas y barrancas por el monte, cuando me grita El Experto "Me parece que va a empezar a chispear...".

   Tuve que pararme y todo, ¡no podía parar de reír!. Empapada, llena de barro, entre las zarzas de las esparragueras y yo allí con todo el pavo encima.

   Qué buen rato, la verdad. Y el llegar después a casa, ducharme, visita en la ducha, ropa calentita y tirarme en el sofá... Gloria.

Seguro que mañana el revuelto sale riquísimo ^^

Un abrazo compañerxs.


4 comentarios:

  1. Cuantos espárragos!!

    Nosotros también vamos cada año a buscar espárragos y con los que encontramos hacemos una tortilla y está riquísima jeje

    Un saludo y mucho ánimo!!!

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    Respuestas
    1. Hola bonita! Pues en tortilla no sé si los he comido! Me lo apunto =) Ánimo con estas terribles fechas jaja Un abrazo!

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  2. Ualaaaaa!!!! Cómo molas tanto?!!!! Me encantan los espárragos y me encanta sentirme recolectora en el bosque (mi especialidad las moras y alguna vez he ido a por setas)!!! :D Me ha encantado la descripción del momento lluvia, trenzas, risa...suena a momento de felicidad absoluta (o yo me lo he querido imaginar así). Espero que te salga estupendo ese revueltillo y que te sepan a gloria. Un besooo!!!!!

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    1. Sí que estaba rico jeje Oye cuando vuelvas a ir a por moras acuérdate de las amigas =p Muchísimo ánimo preciosa y un abrazo of course ^^

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