Infuyonki

   Uno de mis mayores placeres, que además exprimo a diario, son las infusiones. Me he convertido en una verdadera yonki de las infusiones. Me gustan casi todas y además me gusta coleccionarlas. De hecho, por Reyes me han caído cajitas nuevas que no conocía (¡ÓLE!).

   Considero un verdadero lujo el estar estudiando y en cualquier momento poder hacerme mi infusioncita (si me la traen ya...!!!) y tomármela tranquilamente mientras degusto el art. 250 de la LEC... Pero sí que es verdad que endulza el estudio y hace el opozulo más "cozy". Y el aromilla a tenderete moro que se le queda... ¡eso no tiene precio!

   Sólo tiene un pero mi affair con las infusiones: las que contienen teína quedan fuera de nuestro romance. La cafeína y la teína me sientan fatal. Será porque no estoy acostumbrada a tomarlas que me da taquicardia, me impide dormir por las noches (aunque me la tome a primera hora de mañana) e incluso me facilitan los ataques de nervios. Así de bien me sientan. Sin embargo, de vez en cuando no me puedo controlar y acabo teniendo algún que otro desliz... La historia de nunca acabar. En cualquier caso, hay una situación para lo que sí me lo permito: los viernes por la tarde. Estoy acostumbrada a meterme en el sobre a eso de las 11,30, por lo que los viernes que quiero recogerme tarde tengo que tomar medidas preventivas: me tomo un tesito a eso de la tarde... ¡y ya como un moto hasta la hora que haga falta!

   Os enseño mi cajón de las infusiones (aunque también tengo en otros rincones...):

Mi alijo de droga

   Como veis me encanta el Rooibos, es la que me reservo siempre para el desayuno. Para verano también tomo infusiones frías, que sientan estupendamente. Y, sí, en mi casa las infusiones Relax se compran por palés.

   PorCierto: Otro día os hablaré de las tazas, otra de mis pasiones.

   ¿Me recomendáis alguna infusión en concreto?

¡Un abrazo compañer@s!