sábado, 28 de febrero de 2015

Irish Pub

   ¡Vuelvo a mis lujos! Éste de todas todas: un Irish Pub o pub irlandés. Los A-D-O-R-O. No siempre voy a ellos, quizás una vez al mes, unas veces más, otras menos, pero es como mi sitio comodín. Por eso mi RCB (RenacuajoConBarba) siempre se ríe mucho de mí. Por ejemplo, cuando le empiezo a contar con quién he quedado el viernes noche siempre me dice "...en el Paddy's?" (como si no fuera a otro sitio...). O si le empiezo a decir con mucho entusiasmo algún sitio nuevo que he descubierto, antes de poder terminar de hablar me suelta "el Paddy's?". Vale, aquí no suena gracioso, pero a mí me entra el pavo cuando lo veo tan serio diciendo paparruchadas.

   ¿Que porqué me gustan tantos estos pubs? Uf, infinidad de razones. En una enumeración numerus apertus os podría decir:
  • Tienen infus raras y ricas.
  • La decoración es muy acogedora con tanta madera.
  • La fauna autóctona. Qué mala jajaja. Pero me encanta encontrar guiris, quizás poder practicar un poco mi tristemente "rusty English" y, además, con ello teletransportarme a otras épocas y lugares de mi añorado pasado estudiantil.
  • No es raro que tengan libros para leer libremente, tanto en inglés como en español, puede que hasta en más idiomas.
  • Hay comidita. No es un restaurante estrella Michelín, pero hay cosas sabrosas. Me resulta muy curioso su eclecticismo culinario: fish and chips, quesadillas, burgers, nachos, pies, tortilla de patatas... Un variadillo muy apetecible.
  • Suele haber un billar donde poder meterle un curre bueno a Mi Mongolito (gracias a la inspiración divina que me llega los días que me acuerdo de cómo coger el taco).
  • Es un sitio en el que seguro seguro seguro tienen mi reverenciado Ginger Ale.
  • ¡Tienen actividades! Sesión de películas, intercambios español-inglés, karaoke, trivial en grupos... ¡vamos la leche todo!
  • En una suerte de homeostasis, el nivel de bullicio suele ser el deseable: tranquilidad un día entre semana para tomar un tesito con un libro, y ambiente "crowded" las noches del finde.
  • Cervezas de todos los colores, texturas y procedencias.
  • Finalmente, no pudiera faltar la mención de MÚSICA EN DIRECTO. Esto sí que es una gozada y si encima te encuentras con algo rollo country o indie rock... ¡ya ni con agua caliente me echan!
   Sí tengo que reconocer que hay una cosa que NO me gusta (pero para nada) de los Irish Pubs: el deporte. A ver, que si hay puesto un partido de tenis en las 27 pantallas de televisión que suele haber, me viene a dar un poco igual. Dígase tenis, rugby, cricket, F1, waterpolo, billar... Lo que no soporto es el fútbol, lo siento pero ese cuasi-monopolio deportivo y lo que es peor las ciegas pasiones que desata no lo llevo demasiado bien. Llamádme loca, pero ver a una acalorada multitud metida en un lugar estrecho pegando berridos... no es mi plan más apetecible. Esos días cojo puerta.

   PorCierto1: Y diréis que por qué irish y no british pub. Amigos, quizás aquí en nuestra tierra no se nota demasiada diferencia, pero si vamos a sus respectivas patrias madre la hallaremos sin duda: en los irish pub's hay irlandeses y en los pubs ingleses hay, pues eso, ingleses. Y no me malentendáis, que no tengo nada en contra de los ingleses (¡faltaría más!) y además de todo hay en la viña del Señor, pero el carácter... como que no es mismo.

   PorCierto2: Es curioso, pub viene de public, en concreto, public houses.

   PorCierto3: Creo que disfruto tanto de un Irish Pub porque me evoca irremediablemente a las inns de mis "libros de caballería" (iguales secuelas dejan, ¡tengo muy pendiente hablaros de ellos!). Parece que me trasladan en el tiempo, el espacio y de dimensión a la Waystone de Kvothe, las posadas de Westeros o las de Thesa. (Os he citado tres joyitas, ahí lo dejo).

Así me las gasto en un Irish Pub ^^


Un abrazo compañerxs.


sábado, 14 de febrero de 2015

La excepción que confirma la regla

   El día libre siempre ha sido sagrado. Al principio me costaba esa ruptura radical entre el estudio y el ocio: los temas que tenía que llevar para la clase siguiente a veces se infiltraban, haciendo acto de presencia, mientras daba un paseo, tomaba una cerveza o estaba tirada en el sofá. Pronto, si bien, aprendieron a quedarse arrinconados y silenciosos hasta la mañana del día siguiente, cuando retomase mis cánticos opositoriles. 

   Muestra de esa radical separación es también el misterioso fenómeno del campo de fuerza. He constatado que cuando el viernes finalmente me levanto triunfal de mi escritorio, libre como los pájaros, comienza a forjarse una barrera espacio-temporal en torno a la puerta del opozulo. Desde ese preciso instante esa estancia de mi casa resulta engullida en una dimensión paralera y su puerta se mantiene infranqueable. Pobre de mí como se me haya olvidado algo en tal habitáculo, la resistencia a vencer es tan extrema que el deseado objeto no podrá ser retomado hasta el domingo por la mañana. No obstante, recuerdo aquella ocasión en la que lo que quedó atrás fue el móvil. No tuve más remedio que, armándome de valor y fuerza bruta, entrar el sábado en el opozulo. Escalofríos, urticaria y vómitos súbitos, así todo junto. Nunca más intenté atravesar el campo de fuerza.

   Reconozco estar bastante orgullosa de esa estricta división oposición-diversión. Creo que sólo así el día libre me es realmente de recarga de pilas, permitiéndome sobrellevar esta "tortura" con cierta alegría. Véase el ejemplo: boda un sábado por la tarde, ¿ahora qué pasa? ¿Cómo te organizas OV? Pues, en esos casos, no he tenido más remedio que desglosar el día de descanso en tarde de sábado y mañana de domingo. Caca de la vaca. Al final ni estudio bien la mañana del sábado ni la tarde del domingo; ni despejarme, ni hablemos de descansar... y a arrastrarme toda la semana siguiente hasta llegar, con la lengua fuera, al siguiente y bendito sábado.

   Así que me aferro ferozmente a mi merecido "día de oro" y cualquier plan que implique saltármelo o modificar el sistema queda rechazado de plano.

   Y ahora os voy a contar lo que me pasó ayer. Bonito día improductivo donde los haya (y mira que no me distraje mucho, pero se ve que en mi opozulo a veces entran duendecillos, me mueven los temas, me desbarajustan la mesa y después me paso tres horas como un mono esquizofrénico saltando de acá para allá en busca de "mi tesoro" (tema perdido), hasta que finalmente lo encuentro traspapelado. Planning del día al garete y a salir pitando que es viernes, has quedado y llegas tarde OV, bueno pues no me peino -como siempre- y así voy más rápido (cualquier día voy a salir en babuchas por no llegar tarde... ¡ah no! que ya lo hago, se me olvidaba).

   Total lo normal de un viernes cualquiera, nada especial. ¡Ah sí! Que tienes ya la convocatoria publicada, el test dentro de poquito y cumplir con el planning semanal es impepinable. No porque tenga que darle cuentas al preparador (que también) sino porque me he comprometido conmigo misma y no puedo dejar ni un solo tema atrás. Ya no. 

   Así que mientras me dirigía a mi cita me iba sintiendo cada vez peor, no había hecho ni la mitad de lo que tenía pensado ayer, ¡no podía ser! Y me puse a pensar en los planes de hoy: paseito familiar, tapitas en tal sitio al mediodía, ¿y por la tarde? Sofaning. ¿En serio? Si después la tele es un asco, cada vez que la enciendo me pongo negra. Bueno pues te ves una peli, OV. Vale sí, eso hago. Pero... una película dura dos horas, no toda la tarde. Toda la razón, y con todo lo bien que me vendrían esas horitas extra...

   Veis por donde voy, ¿verdad? Es que no puede ser una tan inflexible. Las circunstancias son las que dan sentido a las reglas y también las que dan sentido a su excepción. Con orgullo y satisfacción puedo deciros que gracias a esas horillas extra (en todo caso fuera del opozulo) he conseguido casi acabar con los temas de ayer. Requetebien que me siento, oiga.



Un abrazo compañerxs.




martes, 3 de febrero de 2015

Subvertising

   Viene de subvert+advertising (publicidad subversiva) aunque también se conoce como Brandjacking (secuestro de marca) y es un fenómeno que se ha extendido como la espuma. Quizás fue a través de Banksy cómo lo descubrí (ya hice una entrada con algunas de sus joyas), pero han sido muchos los que han aprovechado la oportunidad de boicotear campañas de publicidad millonarias, éticamente dudosas.

   Como digo hay muchísimas manifestaciones de este fenómeno, pero de las que más me gustan son las versiones de anuncios que hace Greenpeace (que tampoco está exento de controversia, mención especial merece el desastre que causaron en las líneas de Nazca). Estas campañas las encuentro totalmente justificadas dado dirigen su ataque hacia grandes multinacionales que, de sus opulentos beneficios económicos anuales, bien podrían invertir una mayor parte de ellos en el logro de sostenibilidad medioambiental, cumpliendo con la responsabilidad ecológica que pesa sobre todos nosotros. 

   Os dejo los mejores:

- DOVE -
   Primero se muestra el primer anuncio de la conocida marca de cosméticos, que tengo que reconocer me gusta bastante, no lo conocía. Pero Greenpeace le da una vuelta de tuerca:
(Dove)



- VOLSKWAGEN -

   El objetivo en este caso es presionar para la reducción de emisiones de dióxido de carbono. Para ello parodia el anuncio del fabricante de coches alemán:


- NESTLÉ -
   Otro dirigido a reducir el uso de aceite de palma y su devastador efecto forestal:


- COCA-COLA -
   Con el fin de reducir la destrucción que está causando el plástico en nuestros océanos, emula Greenpeace un anuncio australiano de Coca-Cola:

- DORITOS -
   Éste anuncio me encantó, ¡al principio pensé que era real! Pero empezó a ser un poco "creepy" y a dar cada vez más más asquito... cuando llegó el final lo entendí:


- LEGO -
   Para terminar mi preferido. No sé si sabíais (yo no lo desconocía), el año pasado Lego sacó una película, llegando a ser nominada al Óscar por la mejor canción, "Everything is awesome". Greenpeace hace una exquisita versión de esta canción en su campaña contra LEGO por su alianza con la petrolera Shell:
(LEGO)

   Pero lo que más me gusta de estos contraataques son su efectividad en muchos casos: que yo sepa (quizás ha habido más respuestas), en el caso de Dove, Unilever, su empresa matriz, ha asumido responsabilidad en la protección de los bosques del Sudeste Asiático, y en el de LEGO, al poco tiempo de salir la campaña, anunció que no renovaría su contrato con Shell.


¡Buena semana!

Un abrazo compañerxs.



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...