jueves, 29 de mayo de 2014

"Crunchear"

   Ésta es una de mis manías-miniplaceres que me doy hasta insconcientemente, no puedo evitarlo. Quizás se incluya dentro de esa faceta obsesiva-compulsiva que en ocasiones me aflora. En todo caso, si es algo tan minúsculo y que no hace daño a nadie no sé por qué no  iba a explotarlo... Justo en eso iba yo pensando el domingo cuando me escapé a dar un paseo (porque, sí, pude librarme de la maldita mesa electoral jejeje). Lo que pasa es que se me acabó yendo un poco de las manos...

   Ese lujo no consiste sino en pisar todo lo crujiente que me encuentre, principalmente hojas secas o cortezas de árbol (bichos no, gracias). ¿A vosotros no os pasa? ¿No sentís el irreprimible deseo de pisarlo y escuchar como cruje? Y cuanto más fuerte suena, más placer, por supuesto. Es un poco como cuando vas caminando y justo delante tuya aparece una naranja bebé, aun verde, que se ha caído prematuramente, ¡¿cómo no darle una patada a ver cuán lejos llega?!

   Son pequeñas cosas, un poco tontas si queréis, pero que si dan satisfacción hay que atesorarlas, ¡que ya una vida suficientemente bastante espartana llevamos chic@s! Es por eso que el otro día, un mi jubilar estado de ánimo por mi súbita buena suerte, me di un atracón "güeno". No es la primera vez que me pasa, que empiezo haciendo algo, y como me gusta, me voy entusiasmando... Vamos, que soy un pelín obsesa (quizás ya habíais reparado ^^) y cuando me da por algo soy intensita. Este domingo fue con pisar estas delicias para las suelas del zapato:


   En definitiva, que acabé pisando todo lo que pillaba. Parecía que cada pie tenía vida propia al querer tirar para un lado distinto, esforzándose por alcanzar los "premios", y yo corriendo de un lado para otro de la acera mientras reía sola como una lunática.


Un abrazo compañer@s.



viernes, 23 de mayo de 2014

Elecciones Europeas 2014

   No penséis que me voy a poner a hacer campaña electoral, ¡estaría bueno! Además, aunque quisiera tampoco podría, puesto que el creciente número de artículos que entran en mi cabeza cada día es directamente proporcional a mi analfabetismo político. Resumiéndolo mucho: si algún día me pilla el almuerzo con el telediario bien, pero si no, desconexión absoluta de la realidad social. Sintiéndolo mucho, mi escasísimo tiempo libre se lo debo a otras cosas antes que a la actualidad política. Y, si digo la verdad, esto es algo que me da bastante vergüenza... yo solía ser una persona informada, con una postura política definida y capaz de aventurarse a dar mi opinión sobre casi cualquier tema. Ahora, en cambio, cada vez que sale un tema de actualidad me entran ganas de decir "Pasopalabra, por cierto sabíais que podéis perseguir vuestro enjambre de abejas sobre el fundo ajeno, ¡guay eh!". Me contengo porque ya bastante cruz encima tienen los que me soportan...

   A lo que iba, que me desvío. Resulta que el otro día aparece un Policía en mi casa. Abro la puerta en mi outfit opositoril habitual (véase, hecha un adefesio) y pregunta por Opositora Vividora. "¿Ah es usted?" me dice el pobre policía. Yo inmediatamente pensé: "Ea, ya me han puesto una multa... ¡maldito alcalde!". Pero noooo no era una multa, era un regalito casi que aún mejor: PRINGAS EL 25 DE MAYO EN UNA MESA ELECTORAL. ¡Óle los caracoles! Lo que yo quería, justo con el examen encimita. (Hablando de suerte...)

   Es curioso cómo te "mangonéa" la vida. El hecho de que ser parte de una mesa electoral era algo que a la PreOV le hacía bastante ilusión (aquélla PreOV informada y políticamente coherente que solía ser yo). Además, dicha ilusión provenía no sólo del hecho de (póngase voz solemne) poder cumplir mis deberes ciudadanos y contribuir para con el sistema democrático, sino que también nacía del pensar que me iba a ganar unos 50 eurillos, ya que siempre he andado más bien pelada. En esto último estamos en las mismas, por cierto.

   En todo caso, pensaréis que a cuento de qué vengo hablando de esta "tragedia" que se cierne sobre mí dentro del apartado de "Lujos". Pues porque creo que hay que esforzarse el lado bueno de las cosas y porque muchas veces entre los nubarrones aparece un rayito de sol que no debe dejar de ser apreciado. Y ese concreto rayito que aparece entre revulsivas papeletas electorales no es sino el hecho de que en la notificación que me tendió el amable Policía aparezco como "Suplente". ¡Crucemos los dedos!




Un abrazo compañer@s.






domingo, 18 de mayo de 2014

Verde

   A estas alturas ya sabréis cuál es mi color favorito ^^ Me encanta el verde no sólo por el componente estético (viene del azul y el amarillo, mis siguientes preferidos), sino también por lo que evoca, Naturaleza. Pero esta no es la única de las acepciones con las que se relaciona el color verde: verde-ecologista, verde-mente sucia... con todas me identifico. No olvidemos pues verde-no maduro. En esto último es en lo que vengo a centrarme hoy.

   Por si no habíais reparado, ésta no es una entrada sobre uno de mis lujos, sino una entrada de opofriki, de opofriki verde, porque así es como me veo. Dentro de... cada vez menos, tendré que plantarme en la Plaza de la Villa de París y dar la cara. El gran día, ese que en mi agenda aparece como "El Día Supremo". Escalofríos me entran sólo de pensarlo, principalmente por dos motivos:
  • En primer lugar y como ya apunté, me da pánico pensar en el Tribunal. Nueve doctos juristas (aunque esperemos que falte alguno) se sentarán enfrente mía con ciertas expectativas. Dieciocho ojos y yo en el punto de mira. Desde el "buenas tardes" hasta la forma de sentarte en la silla van a ser objeto de análisis, siquiera inconscientemente.
  • Pero muy especialmente porque opositorilmente hablando no voy a ir suelta que digamos. Es la primera vez que llego al segundo ejercicio y el dominio de los temas dista de ser el idóneo. Por más que ahora mismo mi preparador me está metiendo toda la caña que puede (y lo ha estado también de aquí para atrás, ¡ojo!), la realidad es la que es: lo tengo crudo.
   Él no es precisamente un iluso y ya me dijo "En esta oposición la suerte influye poco, pero a ver si se da bien la cosa y pudieras conseguir un 25". Me parto... Me entraron ganas de decirle: "¿Suerte? Define por favor, que no me suena". ¡Y no sería mentira! Bueno sí, sería un poco mentirijilla en el sentido de que sé lo afortunada que soy por todo lo que tengo a mi alrededor (personas obviamente) y por la salud de los míos y la propia; pero en lo que se refiere al ámbito estudiantil/académico/profesinal no sería falso en absoluto. Un ejemplo muy tonto: si para algún examen alguna vez he dejado algún tema o epígrafe, allí que estaba esa pregunta en el folio delante mía. No fallaba. Tengo más que asumido que en la lotería de la vida yo ya he tenido mucha suerte (¿también se os ha venido la canción? xD). Sé que nunca me tocará la lotería, que todo lo que consiga será a base de esfuerzo. No pido más, tampoco sería justo.

   Por lo tanto, no confío para nada en sacar las fichas favorables... y con esta sensación me plantaré en el Supremo. Oye pero que ir con este ejemplar espíritu deportivo (lo importante es participar...) tampoco es malo ni significa que no vaya a "echar las higadillas" estudiando a muerte. Ahora bien, sí que explica el que últimamente venga compaginando, como buena opofriki esquizofrénica, retortijones y escalofríos con (si bien escasos) remansos de paz de saber que aún no ha llegado mi hora.

   A ver qué pasa el día D, espero poder hacer algo decente, ¡ya os contaré!



Un abrazo compañer@s.







jueves, 15 de mayo de 2014

Paskalev


   Hace un rato me escribe un amigo diciendo "temaso hermana" y me pone esta canción. Pues ya puedo haberla escuchado diez veces y preveo que serán muchas más =D

   Espero que os guste y os anime el finde, ¡que está ya a la vuelta de la esquina!



Un abrazo compañer@s.




lunes, 12 de mayo de 2014

Queer up!

   No hace mucho hablé de este tema, pero es que con toda la movida que ha generado la ganadora de Eurovisión 2014 no podía sino pronunciarme.

   Para empezar diré que a mí Eurovisión siempre me ha parecido de lo más patético, nada representativo de la música de cada país y con un tufillo político que espanta. Ahora bien, no deja de ser un espacio público desde el que llegar a miles de hogares y ese es precisamente el aspecto que a mí me interesa.

   Este año ha resultado ser la ganadora del certamen la representante austriaca, Conchita Wurst (Wurst significa salchicha en alemán). Personalmente no conocía a esta chica y sigo sin  saber apenas nada de su vida. La verdad es que tampoco me interesa mucho, lo que sí me interesa es lo que ha conseguido: ser un exponente queer y hacer visible una heterogeneidad que existe y no debe avergonzar. Conchita nació llamándose Thomas y el hecho de que haya elegido libremente (o puede que no tan libremente si era lo que le reclamaba su naturaleza/convicción/sensación/autorreconocimiento o como lo queramos llamar) tener apariencia femenina, no ha supuesto renunciar a su poblada barba. ¿Y por qué tendría que hacerlo? A mí me parece que está estupenda tal y como es.


   Es justamente esto lo que yo le agradezco al concurso de Eurovisión de este año, que haya sido un "megáfono de lo aconvencional" y con ello un guiño a las reivindicaciones LGBTs. Estas pequeñas muestras que suscitan el debate y quebrantan paradigmas son pequeños pasos hacia una emancipación del ser humano de las ataduras de la "feminidad" y la "masculidad". ¿Por qué si soy chica no puedo llevar barba? ¿Por qué los hombres no pueden vestir faldas? ¿Por qué los hombres no pueden ir con los ojos pintados? ¿Por qué los hombres no pueden llevar tacones? ¿Por qué las mujeres tenemos que llevarlos para ir "arregladas"? ¿Por qué, (siguiendo el discurso clásico, por no decir rancio) si es la naturaleza la que manda, tenemos que restringirla o potenciarla según el caso, véase el vello en las mujeres o la testosterona en los hombres? Todo esto no son más que convencionalismos que, ¿a quién benefician? ¿Acaso no seríamos más felices siendo plenamente libres de estas imposiciones sociales y expresando sin tapujos una realidad social mucho más compleja que las simplicidades impuestas por "lo femenino" y "lo masculino"?


Un abrazo compañer@s.



viernes, 9 de mayo de 2014

Pastillas para los primavera-mocosos como yo

   Mira que me gustan a mí poco las pastillas. Siempre aguanto hasta que estoy arrastrándome por el suelo para tomarlas, pero hay veces en que no hay más remedio. Eso es lo que me viene pasando los últimos años en primavera. Cuanto más me gusta el día que hace, más soleado, más verde todo, más flores, peor ando con la maldita alergia. Y esto desde hace unos siete años o así. Me vino de pronto y no sólo se resiste a marcharse, sino que cada año el ataque "pico-moqueril" me viene con más fuerza.

   Si al menos fuera sólo la congestión nasal... pero no. Los picores en la cara son mucho peores de soportar que los mocos, dónde va a parar. Quien me vea desde fuera debe pensar que estoy mal de la jeta. Horas me puedo pasar rascándome el cielo de la boca con la lengua. ¡Es que dime tú cómo te rascas ahí! De hecho, me he llegado a despertar por la noche y caer en la cuenta de que llevaba haciéndolo todo el tiempo mientras dormía. Por supuesto no descansas bien. En definitiva, que o tomo las pastillas o muero. 

   Otro problema es de las pastillas. Yo venía tomando Rino-Ebastel (siento la publicidad pero se lo merece) y son una verdadera mierda, o al menos para mí lo son. Algo quitaba, está claro, pero poquísimo. La ebastina a mí ni plín y los picores me mataban. Por eso este año cuando tocó ir a la farmacia en la tradicional procesión moco-primaveral mientras me rascaba la cara como si no hubiera un mañana, expresamente le dije a la muchacha que me diera otras que no fueran la famosa e inútil marca (reitero que para mí al menos, ¡puede que a otro le vaya con ellas estupendamente!). Total, que me dio otras pastillas que no conocía y resultan ser UNA MARAVILLA.

   Estoy tan contentas con ellas que voy haciendo propaganda por ahí como si me pagaran comisión o algo jajaja. Aquí me voy a cortar un poco y no os voy a decir directamente las que yo tomo, os diré las que sé que tienen esos componentes (cetirizina y pseudoefedrina): Alercina Plus (Cinfa) y Reactine (Johnson&Johnson). Lo que sí advierto es de que dejan la boca como un zapato, después te tienes que beber unos cuantos litros de agua para volver a la normalidad.

   Lo "suyísimo" sería que hubiera algún remedio natural para combatir tanta naturaleza, valga la redundancia. Si lo conociérais, ¡sería muy bienvenido!

   Y vosotros, ¿también sois unos pico-mocosos primaverales?


Un abrazo compañer@s.





domingo, 4 de mayo de 2014

Test 12.04.14: antes, durante y después


   Lo prometido es deuda... y, bueno, más vale tarde que nunca. Siento no haber podido publicar antes esta entrada que tenía pendientísima. Quizás el tema está ya muy trillado pero quería haceros partícipes de mi experiencia en el test (¡lo debía además!).

   Aviso a navegantes: la entrada me ha salido un pelín larguita... Incluso me he planteado dividirla y hacer tres entradas distintas, pero tampoco quería dilatar más el tema. ¡Sorry!


ANTES

   Un par de semanas antes del día D corté con los cantes y me puse a repasar. Pero claro, dos semanas se ven muy largas y el examen en sí yo lo veía lejísimos. Además, estaba deseando de meterme en el repaso porque no dejaba de ser un descanso de cante. Como consecuencia, al principio no me cundió nada. Era de esperar, entre ese cuerpecillo festivo que me hice y la apacibilidad de pasar páginas leyendo tranquilamente... Total que la segunda semana tuve que hacer más del doble que en la primera y, con todo y con eso, no fui capaz repasar todo lo que tenía planteado. Muchos temas directamente los que dejé por imposible (véase procesal jaja). También esa segunda semana compaginé la lectura comprensiva con un test al día y creo que eso fue un gran acierto porque vas con mucha más soltura.

   En cuanto a estado de ánimo, inicialmente como digo todo de color de rosa verde, es decir, "estupendísimo". A ver, claro, el examen me causaba estrés pero intentaba no pensar mucho en eso aún. Ya con la segunda semana me empezó a entrar el agobio. Especialmente cuando tuve que ir renunciando a temas porque no me daba tiempo a mirarme y cuando veía, test tras test, que en ninguno conseguía alcanzar el corte del año pasado (73 puntos tras las impugnaciones).

   El culmen llegó el jueves 10. Todos los nubarrones arremetieron alevosamente contra mi cerebro y descargaron tal tromba que mis ojos no pudieron parar de achicar agua en toda la tarde. Bendita guardia pretoriana que ayuda a drenar negativimos.


DURANTE

   La calma que llegó tras la tormenta fue agradable, pero bastante superficial, tampoco os voy a engañar. Cualquier conversación que surgió a lo largo del viernes mi mente no podía sino encuadrarla dentro del marco del examen y todo lo relacionaba con lo mismo. No había evasión posible. La noche del viernes al sábado no pude dormir peor. Las dos primeras horas sí las dormí de seguido, pero después a cada rato me despertaba, soñando que llegaba tarde al examen. Finalmente desistí y a las 6,30 me puse a repasar una cosa que se me quedó pendiente y que no hacía más que atormentarme. Se ve que mi mente necesitaba más la tranquilidad del "trabajo acabado" que el mismo "descanso físico" (aunque mi racionalidad se le resistió todo el tiempo que pudo... hasta las 6 y media en concreto jaja).

   Me forcé a desayunar en un bar cercano a la sede del examen (obligándome a seguir mis propios consejos). Y aunque estuve toda la mañana con un nivel medio-alto de angustia pre-test, milagrosamente toda todita se desvaneció media hora antes del examen. Por fin me llegó esa agradable sensación de que la suerte está echada, de que ya no puedo hacer nada, lo he dado todo y ahora ya no tengo que preocuparme más.

   Con esa serenidad entré y recogí mi examen. Al igual que el año pasado me puse a charlar con los compis de alrededor. Creo que eso también relaja bastante. Finalmente se acabó la espera y llegaron las 11,00 horas. ¡Comienza el show!

   Gracias a Dios a esas alturas estaba tranquila porque el constitucional de este año, lo primerito del examen, tenía preguntitas pensadas para probar la paciencia del más santo. Bueno el examen fue un poco así en general. Personalmente lo vi como un examen muy descompensado: preguntas que rozan lo absurdo de fáciles y otras que ni sacándose una cátedra... Eso por lo hablar de las preguntas ambiguas (de ahí que ahora se haya hablado de tantas preguntas impugnables).


DESPUÉS

   Salí del examen medio-contenta pero no me atrevía a decir que me hubiera salido bien. Realmente no tenía ni idea de cómo me había salido. Hubo muuuuuchas preguntas en las que dudé entre dos opciones y, siguiendo mi autoimpuesto consejo, en esos casos me arriesgué. Es decir, que me la jugué bastante jajaja.

   Con el cuadernillo de preguntas por delante y viendo cuántas contestadas tenía "seguras" y cuántas "dudosas", hice el cálculo de que aproximadamente 2/3 de las dudosas las tuviera bien y me salía un 60 o 60 y poco. Eso me "desinfló" un pelín porque implicaba decir adiós a las esperanzas de pasar el test, pero estaba satisfecha por haberlo hecho lo mejor que había podido. Salía de otro test sabiendo que había sido una buena experiencia.

   Aunque el domingo intenté desconectar, el pensamiento de que "a la mañana siguiente" salía la plantilla de respuestas no fui capaz de sacármelo de entre ceja y ceja. "A la mañana siguiente", se suponía, claro. Vaya mañana de descanso la de ese lunes, fue un dulce vamos. Una interminable agonía que casi me cuesta el dedo de tanto darle al F5 en la página del Consejo. Fue ya a la una y media o así cuando, a punto de meterme en la ducha para largarme de casa y tras renunciar a toda aspiración a saber la nota hasta el día siguiente, cuando finalmente se dignaron a subir la plantilla.

   Hice los cálculos con más miedo que once viejas. Es más, tuvo mi RCB que acabar haciendo el cómputo porque yo no podía de los nervios. Cuando finalmente me dice la nota...

WHAT?!?!

   No me esperaba esa nota, mis cálculos iniciales tras salir del examen no habían sido correctos, afortunadamente ^^.

   Pero como bien saben mis compañer@s de fatigas, la espera por la plantilla no fue más que el preludio de una larga y agónica semana en la que tuvimos hasta una anulación de oficio. Anulación de una pregunta que además (qué casualidad oye) ¡casi todo el mundo tenía bien! Ya cuando leí que había sido gracias al detalle de algunas personas que se habían molestado en llamar personalmente al Consejo para pedir que la anularan de oficio... me llevaban los demonios. Porque no es la forma ni el momento, para eso están las impugnaciones, para no perjudicar al resto. Pero, bueno, esto ya es agua pasada. Esperemos que en próximas convocatorias esto no ocurra.

   Finalmente el lunes 21 salió la nota de corte. Las estimaciones que se habían hecho antes andaban entre el 58 y el 64. Nadie esperaba que superara el 64. Pues bien...


¡67 puntos!

   Y lo que pensé fue:

   1) ¡¡¡QUÉ ALTÍSIMA!!!

   2) ¡¡¡AY DIOS MIO QUE HE PASADO!!!

   Por los pelos, ¡pero he pasado el test! =) La verdad es que no me lo podía creer. No fui capaz de quitarme la sonrisa de la cara en todo el día. ¡Parecía imbécil! Cuando le comenté justo esto a Mi Mongolito entre abrazo y abrazo me dijo: "Sí anda quita esa cara, que ni que hubieras aprobado el primer ejercicio de la oposición..." ^^.

   Después de esa emoción del primer día no penséis que ya ha ido todo como la seda. La agonía se prolongó, primero por la lista de aprobados. Yo hasta que no viera la lista no me quedaba tranquila, ¿y si no había firmado con los nervios? ¿Y si he apretado muy poco el boli? ¿Y si se ha perdido mi examen? Era todo dudas. Después le siguió la distribución de tribunales. Estaba atemorizada pensando que podía tocarme el 7 de mayo... ¡mucha tela! Y hace unos escasos día recibo un correo del buzón del opositor diciendo que el Tema 12 de civil, el del Registro Civil, que ese mejor por la ley antigua. ¿Hola?

   A esta incertidumbre (o mejor dicho, verdadero miedo a la Comisión de Selección), únase el pavor al Tribunal ante el que tendré que presentarme. Pero ese tema lo dejo mejor para otra entrada que esta ya está bien completita jaja.

   No puedo cerrar sin recordar a todos mis compañer@s que no han tenido tanta suerte como yo. Me parece bastante injusto que a personas sobradamente preparadas para pasar los orales se les cierre la puerta de entrada a ello. Esta oposición, si ya era de por sí una odisea, ahora se ha convertido en una verdadera tortura (convocatorias express, notas de corte por las nubes...). Espero de corazón que la cosa se vaya enmendando por la salud del maltrecho cuerpo de opositores y por la calidad de la futura Judicatura/Fiscalía. En todo caso, no hay que desanimarse. A seguir adelante, a ser posible con más fuerza que nunca, porque además el futuro es prometedor. ¡Hay golosos rumores de próximas -muy próximas según algunos- convocatorias mejores! ¡Mucha fuerza compañer@s!



Un abrazo compañer@s.




jueves, 1 de mayo de 2014

Porque aún queda mucho camino...


...Some would rather die
Than be who they are
And a certificate on paper
Isn't gonna solve it all
But it's a damn good place to start
No law's gonna change us
We have to change us
Whatever god you believe in
We come from the same one
Strip away the fear, underneath, it's all the same love
About time that we raised up!

   Una canción preciosa, tanto en el fondo como en la forma. La conoceréis seguro, yo la conozco desde hace un tiempo pero no deja de gustarme. La primera vez que la oí tengo que reconocer que me emocioné y todo. Sé que se está haciendo mucho, se están consiguiendo cosas, pero sigue habiendo gente que muchos prejuicios, mucho odio, mucho miedo. Por eso creo que el más mínimo gesto de reivindicación, defensa, apoyo hacia esta causa, que es en definitiva la causa por la igualdad de trato de todos los seres humanos; es necesario. Aquí va uno de mis minúsculos granitos de arena.


Un abrazo compañer@s.





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