domingo, 27 de julio de 2014

Flotar


   Me costó trabajo meterme, estaba fría, pero siempre de cabeza. Por inercia comencé a nadar. Era eso o huir en busca de la toalla y la calidez del sol. Así que nadé y nadé y nadé, hasta que el frío pasó y me encontró el agotamiento. Entonces me di la vuelta y cerré los ojos. Y floté. Con los brazos extendidos y las olas meciendo mi cuerpo. Escuchaba mi agitada respiración, algún barco lejano, algún chapoteo de niños, pero sobre todo escuchaba la inmensidad del mar. Cierro los ojos, relajo los hombros y el agua cubre casi toda mi cara. El pelo parece un alga que acaricia mi cuello. Y así pasaron cinco, diez o veinte minutos. Minutos de desconexión total, de quietud mental, de verdadera paz.


Un abrazo compañer@s.



2 comentarios:

  1. Adoro esa sensación! En el fondo soy una enamorada del mar, a veces solo para contemplarlo y dejar que mis pensamientos fluyan con él. Buen inicio de semana señorita ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias bonita! A mí también me encanta, aunque le tengo un respeto tremendo. La mar es muy traicionera... Espero que la semana vaya como la seda ^^ Un abrazo grande, OV.

      Eliminar

Dime qué piensas ^^

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...